Primeramente, la pieza que se quiera replicar se metaliza. Lo que hicimos fue lo siguiente: primero la cobrizamos y luego la niquelamos. Esto se muestra en la foto siguiente.

Enseguida, cortamos el níquel por un borde, y pusimos la pieza de plástico (niquelada) en un horno para que se quemara y quedaran dos cáscaras de níquel. Estas dos cáscaras las reforzamos con una resina plástica y formamos dos bloques. Estos bloques los juntamos y les inyectamos plástico líquido con una jeringa. Esto se muestra en la foto siguiente.

Finalmente, al abrir el molde la pieza resultante fue la siguiente:

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